miércoles, 16 de septiembre de 2020

Blanka: El atemorizador y bestial hombre verde de "Street Fighter"

 Este personaje fue uno de los más populares del ese emblemático juego de Arcade de comienzos de los años 90s.

"Street Fighter" fue una de las sagas de videojuegos más populares de todos los tiempos, qué duda cabe de ello. Si bien la primera versión fue de 1987, fue la segunda la que lo lanzó al estrellato mundial y lo transformó en un ícono cultural. Corría el año 1991, y "Street Fighter 2" era tanto o más popular que Nirvana y Guns´N Roses juntos, y sus personajes virtuales se transformaban en verdaderos ídolos para millones de niños y jóvenes a lo largo y ancho de todo el planeta. 


Hablar de "Street Fighter 2" es referirse al videojuego de peleas más influyente de la Historia, y por lejos. A comienzos de los 90s, no había salón de Arcade donde los chicos no se agolparan a hacer fila para poder meter su ficha en la ranura de la consola gigante, y disfrutar de un rato de desenfrenados enfrentamientos virtuales manejando los golpes y patadas de Ryu, Ken, Chun Li, Blanka, E. Honda y compañía. 

Dentro de todos estos personajes, hubo uno que generó en particular cierta afinidad con el público latino: Blanka, el único protagonista sudamericano de "Street Fighter 2". Pese a su nombre de mujer, en estricto rigor Blanka era hombre, y probablemente era el más corpulento y brutal de todos los guerreros del juego. Este musculoso bruto de pelo anaranjado y voraces fauces -tan afiladas como los colmillos de un león- era más parecido a una bestia que a un humano. De hecho, guardaba evidentes semejanzas con Hulk, pero con aquel Hulk clásico de la serie setentera de Lou Ferrigno, cuando el hombre verde de Marvel más parecía un monstruo que un superhéroe. 

¿Cuál era la verdadera historia de Blanka? El exclusivo personaje brasileño del juego era originalmente un humano como cualquier otro. Su nombre real era Jimmy, y se supone que cuando niño cayó en la selva luego de un traumático accidente aéreo, a causa del impacto de un rayo sobre el avión en el cual viajaba. Tras este lamentable acontecimiento, Jimmy terminó viviendo en el Amazonas, y fue criado por diversos animales salvajes. 

Debido a la ingesta de algún extraño vegetal, la tonalidad de su piel se tornó verdosa. Claro que en ningún momento se aclara por qué su rostro pasó de ser el de un humano al de una bestia monstruosa, así que ese detalle queda para la libre imaginación del público. Lo que sí se relata es que gracias a su capacidad de adquirir ciertas capacidades que imitaba del entorno natural, aprendió a emitir potentes descargas tal como lo hacían las anguilas eléctricas... claro que en su caso eran con una intensidad mucho más mortífera aún. 

Es así como esta rudimentaria pero brutal criatura va mejorando de a poco su enorme potencial para pelear, conforme su cuerpo va creciendo hasta terminar transformado en una verdadera mole de músculos. Con posterioridad a este cambio progresivo que Blanka experimenta, es que decide enrolarse al torneo mundial "Street Fighter", el cual reunía a los mejores peleadores callejeros del orbe. Ahí el objetivo era uno sólo: triturar a golpes a sus eximios rivales, es decir su vida se transforma en un constante dilema entre matar o morir. 

Al ganar Blanka este campeonato (que era transmitido para todo el mundo), quien aparece para felicitarlo sorpresivamente es su progenitora biológica. Ella tenía la sospecha que ese monstruo en realidad podía ser su hijo desaparecido hace años, pero no estaba segura. Lo reconoce por una tobillera caracterítica que siempre llevaba puesta, la cual era idéntica a la que esa vez usaba el niño (curiosamente, esa bestia gigante tenía la misma tobillera que poseía desde bebé, pero ese inexplicable hecho es sólo un detalle). Al final, la sufrida y difícil vida del titán más salvaje de La Tierra tiene un emotivo y tierno final: el ansiado reencuentro con su madre. 

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