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jueves, 29 de octubre de 2020

Dunkleosteus: El despiadado monstruo de los mares devónicos

 Se han hallado numerosos fósiles de esta poderosa criatura. Hasta ahora se sabe de la existencia de nueve especies distintas pertenecientes a dicho género.


Hablar del Dunkleosteus es referirse a un predador absoluto, a uno de los seres marinos más aterradores que hayan existido. Este pez primitivo perteneciente al grupo de los placodermos artrodiros tenía una apariencia inquietante, caracterizada por unas fauces enormes y una cabeza desproporcionadamente voluminosa. Su nombre en griego significa "hueso oscuro", justamente por la tonalidad de sus sólidas osamentas.

Fuera de los tiburones prehistóricos como el apocalíptico Megalodón, es probable que el Dunkleosteus haya sido el pez más brutal que haya existido en nuestro planeta. Esta descomunal bestia de nueve metros de largo (de los cuales 1,2 metros pertenecían a su formidable cráneo acorazado) existió durante el Período Devónico (Era Paleozoica) hace unos 380 hasta 360 millones de años. 

Hasta ahora se han descubierto fósiles de este monstruo marino en lugares tan diversos como Norteamérica, Polonia, Bélgica y Marruecos. La ciencia ha logrado probar la existencia de al menos nueve especies diferentes que pertenecieron a dicho género. 

Este pez monstruoso estaba en la cima de la pirámide biológica durante el Devónico. Sin embargo, sus principales armas no sólo eran su potente mandíbula y sus afilados dientes, sino que también una especie de coraza compuesta por placas óseas, las cuales cubrían su cráneo y gran parte del tórax, lo cual le servía para resistir eventuales enfrentamientos con algún otro predador, o bien algún individuo de su misma especie. 

Galería de imágenes: Dunkleosteus

 












sábado, 1 de febrero de 2020

Ctenodactylus gundi: El insólito pariente africano de la chinchilla

Este animal tiene la particularidad que en él se describió por primera vez el parásito que produce la toxoplasmosis. 
Un animalito peludo y amistoso.

Quién lo iba a decir. La chinchilla sudamericana tiene un pariente lejano que vive a miles de kilómetros de distancia, específicamente en el norte de África: este particular mamífero se llama Ctenodactylus gundi, y su similitud con el animalito peludo que vive en las zonas andinas de Chile, Argentina, Perú y Bolivia es evidente.

El Ctenodactylus gundi es una especie de roedor histrocomorfo, es decir no sólo está emparentado con la chinchilla sino que además con varios otros mamíferos como el puercoespín, el erizo de tierra, el cobayo, el capibara y el coipo. Vive en zonas semidesérticas de Argelia, Libia, Marruecos y Túnez.

Uno de los datos curiosos en torno a esta criatura fue que en ella se describió por primera vez en el año 1908 el parásito Toxoplasma gondii, el cual es conocido por ser el causante de la toxoplasmosis (patología que también afecta a los gatos, los conejos y al ser humano).