El Cíclope es uno de los seres más emblemáticos de toda la Mitología Griega. De hecho, en "La Odisea" de Homero, el cíclope Polifemo captura a Ulises y a su tripulación, el cual se ve obligado a enterrarle una estaca gigante en su único ojo para poder huir.
El mamut enano y Polifemo. |
Este cruento relato épico tiene bases fundadas en la fantasía, pero también en hechos concretos a partir de ciertos fósiles hallados en esa época. De partida, los cíclopes son una malformación que siempre ha existido entre los seres humanos, aunque afortunadamente es muy poco frecuente. Sin embargo, las pocas veces en que un bebé ha nacido cíclope, sus condiciones fisiológicas son incompatibles con la vida, por lo que mueren de inmediato o a las horas después.
Dicho esto, ¿de adonde surgió entonces el mito de los cíclopes como poderosas criaturas gigantes? Sin dudas que la explicación más coherente proviene de la interpretación que los antiguos griegos le daban a los cráneos fosilizados del mamut enano siciliano (Palaeoloxodon falconeri), un pequeño elefante primitivo que vivió en diversas islas del Mar Mediterráneo durante el Pleistoceno superior, y que se extinguió hace ya unos diez mil años.
Al observar el cráneo fosilizado del mamut enano siciliano o elefante de Sicilia, llama profundamente la atención la enorme hendidura en su parte central, que era donde se asentaba la trompa. Los griegos al verlo, pensaron que era la calavera de un humano de proporciones descomunales -pues efectivamente la cabeza de este animal era mucho más grande que la de un humano- claro que con la salvedad de que sólo tenía un ojo. Fue así como nació uno de los relatos más increíbles e impactantes de la siempre sorprendente Mitología Griega.
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