Este molusco terrestre ha estado presente en La Tierra desde muchísimo antes que los primeros humanos, e incluso mucho antes que los dinosaurios.
Bien esa sabido que los primeros hombres de las cavernas aparecieron en el mundo hace ya más o menos un millón de años. Si esa cifra puede parecer impresionante, mucho más lo debe ser la fecha en que el planeta comenzó a ser el hogar de un animal tan habitual en nuestros días como lo es el caracol de tierra. Los albores de la existencia de los moluscos se remontan al Período Precámbrico, pero los primeros caracoles terrestres aparecieron un poco después: en el Período Cámbrico, hace ya unos 541 a 585 millones de años.Rara vez nos ponemos a pensar al respecto, pero resulta increíble pensar que tan cerca de nosotros a diario se mueven criaturas tan maravillosas como lo son los caracoles, uno de los pocos moluscos de comportamiento terrestre, y a los cuales perfectamente se les podría calificar como unos verdaderos fósiles vivientes. Los caracoles de tierra están en nuestro planeta desde el Período Cámbrico (Era Paleozoica), es decir no sólo son muchísimo más antiguos que los humanos, sino que además aparecieron varios cientos de millones de años antes que los propios dinosaurios. Ellos han sido testigos de la evolución de gran parte de la vida animal existente desde la Prehistoria hasta la actualidad.
El caracol es un molusco gasterópodo que posee una concha en espiral, y que es de alcance global, es decir que existe en una gran cantidad de lugares geográficos a lo largo y ancho del mundo. El desplazamiento de los caracoles es muy lento y demasiado particular, caracterizándose por ser producido por una serie de contracciones y elongaciones de todo su cuerpo, y básicamente de una estructura anatómica especializada para su movimiento, a la cual se le conoce como "pie".
Se sabe de la existencia de una enorme variedad de especies de carcoles. En general, la esperanza de vida de estos herbívoros fluctúa entre tres y siete años. Dentro de sus comportamientos más habituales está el hecho que durante los meses más helados del año se esconden dentro de su concha, en un estado de latencia conocido como hibernación. Además, otra de las curiosidades más notables de estos animales es que son hermafroditas, es decir producen tanto óvulos como espermatozoides, pero como no pueden autofecundarse, igual sí o sí deben acoplarse a otro individuo similar para poder reproducirse.
Dentro de las diversas especies de caracoles terrestres, las más conocidas son Helix aspersa (que es el caracol terrestre común), Helix pomatia (caracol romano o caracol de viña), y el impresionante Achatina fulica (caracol gigante africano, el cual en algunas partes incluso es comercializado como mascota).
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