Desde este 11 de marzo, nuestro país es gobernado por un nuevo presidente. Ese mismo día se realizó el cambio de mando entre ambas administraciones.
Siempre voy a destacar el tono republicano de los cambios de mando en Chile, los cuales en forma inexorable siempre se realizan con altura de miras y con mucho respeto entre el presidente saliente y el entrante, independiente de la ideología política de ambos. Eso es algo que se reconoce, y que de todas formas hay que valorarlo, y nos tiene que poner orgullosos como chilenos.
Piñera y Boric. |
Respecto al gobierno de Sebastián Piñera, pueden decirse infinidad de cosas. Pero si hay dos hechos que marcaron a fuego (literalmente) la administración Piñera fueron el Estallido Terrorista (también llamado "Estallido Social" por la prensa nacional) y el otro fue la pandemia dc coronavirus. Sobre a la pandemia, el gobierno pasado tuvo un cometido bastante positivo, de hecho fue uno de los mejores del mundo. Frente al terrorismo de ultraizquierda y la desastrosa Revolución Vandálica, nada que hacer: su desempeño fue un desastre.
¿Es justo evaluar como "fracaso" el gobierno de Piñera a causa de que no haya aplicado mano dura contra los terroristas de ultraizquierda durante el Estallido Antisocial? Sí y no. Ciertamente, es culpa de él que no se haya aplicado el Estado de Derecho durante esa revolución, y que se haya enviado a los militares y carabineros con plenas facultades para hacer lo que había que hacer cuando la seguridad del país completo está amenazada por terroristas pirómanos. Pero -por otro lado- también es cierto que el 99,9% de los políticos chilenos hubieran actuado exactamente igual a como lo hizo Piñera, es decir hubieran tratado de darle soluciones políticas a un problema que era de seguridad pública. Y ahí sí que hay que nombrar el otro ripio tremendo del ex mandatario: entregó la Constitución que teníamos, y que era el pilar fundamental que sostenía nuestra democracia, y ahora por eso mismo vivimos un proceso constituyente espantoso que terminará con un proyecto constitucional tan burdo como demencial. Autogol de media cancha de parte del ex mandatario.
Durante el Estallido Terrorista, Piñera actuó muy mal. Pero también hay que decir que ninguno o casi ninguno de los políticos chilenos hubiese actuado distinto. Era una situación al límite y que estaba organizada para derrocar al entonces Presidente de la República. Hay que decirlo: el 2019, Piñera fue víctima de un Golpe de Estado no convencional, donde la ultraizquierda usó como instrumento a terroristas pirómanos que gracias al tema de los Derechos Humanos se transformaron en sujetos inmunes ante la ley, y además intocables. Y cuando un Golpe de Estado cuenta con terroristas que son intocables, puede incluso ser más brutal y difícil de controlar que un Golpe de Estado de carácter convencional y militar.
De Gabriel Boric es poco y nada lo que se puede esperar. Boric es un neomarxista, es decir un sujeto que piensa y actúa como los comunistas, pero que reniega del Comunismo sólo por intereses electorales y/o dialécticos. Y como neomarxista, lo único que puede esperarse de su desgobierno son desastres y más desastres. No por nada, ya empezó con el pie izquierdo: citando al inepto de Salvador Allende como su principal modelo a seguir, y además anunciando la pronta liberación de los terroristas presos que participaron en el Estallido Antisocial del 2019... tal vez por afinidad ideológica, o simplemente como forma de agradecimiento por todos los "favores concedidos". Por eso mismo, reitero: de un neomarxista nada se puede esperar.
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