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sábado, 9 de abril de 2022

El gobierno de Boric quiere liberar a terroristas

 Tal vez el proyecto más polémico del actual gobierno sea el del supuesto "indulto" para los delincuentes presos durante el Estallido Antisocial.

Estallido Terrorista.
Ni indulto ni amnistía, ni nada que se le parezca. Mi postura frente a la posible liberación de los terroristas pirómanos de la Primera Línea es una sola: que sigan presos todo el tiempo que sea necesario, e idealmente que sea por varios años o décadas. Esas personas que quemaron y destruyeron el país no merecen ser liberadas, entre otras cosas porque siguen siendo un peligro público para la sociedad.

El gobierno de Gabriel Boric a través de su ministro Giorgio Jackson así lo ha dejado en claro varias veces: para ellos es un objetivo primordial dejar en libertad a esos sujetos que saquearon supermercados, quemaron iglesias, profanaron monumentos nacionales y destrozaron bienes públicos durante el Estallido Terrorista, también tiernamente llamado "Estallido Social". 

Que Boric y sus secuaces quieran liberar a terroristas pirómanos me parece demencial, pero desde la perspectiva de ellos es más que entendible. De hecho, es muy probable que sin el Estallido Antisocial, Boric jamás habría llegado a La Moneda. Dicho de otra forma, esta es una forma de devolverles el favor concedido para la gente de ultraizquierda. 

Habrá que seguir atentos qué es lo que sucede con el desarrollo de esta discusión, que es un tema muy candente porque mide hasta qué punto son importantes para el nuevo gobierno el Estado de Derecho y hasta qué nivel lo es su deseo por congraciarse con las hordas que protagonizaron la Revolución más macabra del último siglo en nuestro país. 

sábado, 12 de marzo de 2022

Cambio en el equipo: Sale Piñera y entra Boric

 Desde este 11 de marzo, nuestro país es gobernado por un nuevo presidente. Ese mismo día se realizó el cambio de mando entre ambas administraciones. 

Siempre voy a destacar el tono republicano de los cambios de mando en Chile, los cuales en forma inexorable siempre se realizan con altura de miras y con mucho respeto entre el presidente saliente y el entrante, independiente de la ideología política de ambos. Eso es algo que se reconoce, y que de todas formas hay que valorarlo, y nos tiene que poner orgullosos como chilenos. 

Piñera y Boric.
El pasado 11 de marzo se produjo el cambio de mando entre Sebastián Piñera y Gabriel Boric. Por un lado un presidente de centroderecha (o algo así) y por el otro uno de ultraizquierda (que trata de disfrazarse de lo que no es). Le guste a quien le guste, es así la cosa. 

Respecto al gobierno de Sebastián Piñera, pueden decirse infinidad de cosas. Pero si hay dos hechos que marcaron a fuego (literalmente) la administración Piñera fueron el Estallido Terrorista (también llamado "Estallido Social" por la prensa nacional) y el otro fue la pandemia dc coronavirus. Sobre a la pandemia, el gobierno pasado tuvo un cometido bastante positivo, de hecho fue uno de los mejores del mundo. Frente al terrorismo de ultraizquierda y la desastrosa Revolución Vandálica, nada que hacer: su desempeño fue un desastre.

¿Es justo evaluar como "fracaso" el gobierno de Piñera a causa de que no haya aplicado mano dura contra los terroristas de ultraizquierda durante el Estallido Antisocial? Sí y no. Ciertamente, es culpa de él que no se haya aplicado el Estado de Derecho durante esa revolución, y que se haya enviado a los militares y carabineros con plenas facultades para hacer lo que había que hacer cuando la seguridad del país completo está amenazada por terroristas pirómanos. Pero -por otro lado- también es cierto que el 99,9% de los políticos chilenos hubieran actuado exactamente igual a como lo hizo Piñera, es decir hubieran tratado de darle soluciones políticas a un problema que era de seguridad pública. Y ahí sí que hay que nombrar el otro ripio tremendo del ex mandatario: entregó la Constitución que teníamos, y que era el pilar fundamental que sostenía nuestra democracia, y ahora por eso mismo vivimos un proceso constituyente espantoso que terminará con un proyecto constitucional tan burdo como demencial. Autogol de media cancha de parte del ex mandatario. 

Durante el Estallido Terrorista, Piñera actuó muy mal. Pero también hay que decir que ninguno o casi ninguno de los políticos chilenos hubiese actuado distinto. Era una situación al límite y que estaba organizada para derrocar al entonces Presidente de la República. Hay que decirlo: el 2019, Piñera fue víctima de un Golpe de Estado no convencional, donde la ultraizquierda usó como instrumento a terroristas pirómanos que gracias al tema de los Derechos Humanos se transformaron en sujetos inmunes ante la ley, y además intocables. Y cuando un Golpe de Estado cuenta con terroristas que son intocables, puede incluso ser más brutal y difícil de controlar que un Golpe de Estado de carácter convencional y militar.

De Gabriel Boric es poco y nada lo que se puede esperar. Boric es un neomarxista, es decir un sujeto que piensa y actúa como los comunistas, pero que reniega del Comunismo sólo por intereses electorales y/o dialécticos. Y como neomarxista, lo único que puede esperarse de su desgobierno son desastres y más desastres. No por nada, ya empezó con el pie izquierdo: citando al inepto de Salvador Allende como su principal modelo a seguir, y además anunciando la pronta liberación de los terroristas presos que participaron en el Estallido Antisocial del 2019... tal vez por afinidad ideológica, o simplemente como forma de agradecimiento por todos los "favores concedidos". Por eso mismo, reitero: de un neomarxista nada se puede esperar.

miércoles, 2 de febrero de 2022

A prepararse: Se nos vienen 4 años de Comunismo

 Ya conformado el que será el futuro equipo de trabajo de Gabriel Boric, no queda mucho para la especulación: no será un gobierno socialdemócrata, como tanto decían algunos ilusos.

Después de semanas de especulaciones y elucubraciones, Gabriel Boric ya dio a conocer todo el que será su equipo de trabajo, contando a todos sus futuros ministros y subsecretarios. Si bien aparecen nombres como el de Mario Marcel, un economista respetado que puede prometer moderación, sumando y restando no es fácil darse cuenta que las banderas predominantes en su gabinete serán las del Frente Amplio y del Partido Comunista. Si todavía hay algún iluso que crea que el gobierno de Boric será socialdemócrata, déjenme decirle a esa persona cándida e inocente que su castillo de arena arriba de las nubes se le va a desmoronar a patadas. Terrible pero cierto. 

Como ya dije anteriormente, si bien Mario Marcel (el futuro Ministro de Hacienda) puede aportar con sus conocimientos y su experiencia, todo lo que haga (y lo que no haga) tendrá que verse sometido a la permanente evaluación de ministros mucho más de izquierda que él, como lo son Giorgio Jackson, Camila Vallejo e Izkia Siches; y además tendrá que atenerse a lo que dice el programa de gobierno de Gabriel Boric, que es una apología al Neomarxismo, y que más parece una hoja de ruta hacia un desgobierno que un programa de gobierno propiamente tal. Si Marcel no logra afiatarse a ese equipo de trabajo, no llegará a diciembre. Eso lo digo ya de antemano. 

Palabras aparte para el presidente saliente, Sebastián Piñera. Él es el gran culpable de que Chile haya caído en esta lacra de la Convención Constituyente, lo cual es probablemente el error político más brutal de los últimos 45 años en nuestro país, y eso es algo que la derecha jamás se lo va a perdonar. Si bien Piñera pasará a la Historia como el presidente que no se atrevió a hacerle frente al Estallido Terrorista, y el que le abrió de par en par las puertas a la Constitución Neomarxista, creo que el gobierno de Boric será tan pero tan malo, que a la larga muchos van a terminar valorando a Piñera. Será un proceso largo y doloroso, pero para allá vamos... y de que hay que prepararse, pues de todas formas que habrá que afirmarse bien los pantalones, porque se nos viene fea la cosa para los próximos cuatro años. 

sábado, 25 de diciembre de 2021

¿Cuál será el Boric que va a gobernar Chile?

 Chile tendrá el primer presidente neomarxista de su Historia. Realmente lamentable y espeluznante. Ahora, sólo nos queda cruzar los dedos y tratar de ser optimistas.

El resultado de la elección presidencial del pasado 19 de diciembre fue contundente: Gabriel Boric se impuso ampliamente por sobre José Antonio Kast, con un 55% de las preferencias contra un 49%. Lamentable y brutal, pues Chile ahora será gobernado por primera vez en su Historia por un presidente neomarxista. 

Igual algo así era previsible. La ultraizquierda llevaba ya más de tres décadas preparándose para un hecho de estas características, gracias a los 30 años de adoctrinamiento político en colegios y universidades, logrando de esa forma al menos tres generaciones de jóvenes que crecieron casi totalmente embobados e idiotizados gracias a la ideología comunista. Hicieron un trabajo de joyería, que después de ocho elecciones presidenciales les dio un resultado concreto.

Ahora se nos vienen tiempos duros para nuestro querido país. Habrá que sacar fuerzas de flaqueza para salir adelante. La derecha y centroderecha tendrán que ponerse de pie nuevamente, y tratar de recomponerse para dar la pelea por Chile. Y los millennials chilenos tendrán bastante tiempo para aprender gracias a la terapia de shock: les tocará bailar con la fea, y ahora verán por qué les advertimos en tantas oportunidades sobre lo espantoso que era el Comunismo. Ellos tendrán que aprender comiendo barro, no les quedará otra. Se vienen meses y años difíciles. 

Pero tal vez la principal interrogante que hay que hacerse en este momento es "¿Cuál Boric nos va a gobernar?, ¿el Boric de la segunda vuelta o el Boric de casi diez años de trayectoria política?". Porque Boric durante toda su carrera política (desde que irrumpió en el movimiento estudiantil el 2011) siempre se mostró como un fanático de la ultraizquierda más radical, que incluso llegó a definirse como "a la izquierda del Partido Comunista" y a defender a la espantosa dictadura de Nicolás Maduro. Sin embargo, durante las semanas de campaña de cara a la segunda vuelta, se mostró como si fuese una persona totalmente distinta, casi socialdemócrata, o al menos eso pretendía aparentar. Nadie sabe cuál de los dos Boric nos va a gobernar: si el Boric ultraizquierda fanático, o el Boric socialdemócrata. Y es esa interrogante la que tiene en vilo a una nación completa en este momento. 

La derecha (y centroderecha) deberán recapacitar y recomponerse. Tendrán que aprender a ser una oposición constructiva cuando las propuestas del gobierno del Presidente Boric sean constructivas, pero también tendrán que ser destructivas cuando las propuestas de dicho gobierno también sean destructivas. El país está primero, y defenderlo siempre debe ser una obligación, sobre todo para aquellos que llevarán sobre sus hombros la responsabilidad de ejercer cargos públicos y políticos.

Yo en lo personal, me comprometo a seguir manteniendo mi visión de Estado que siempre he tenido, como una persona con principios republicanos. No me queda más que desearle lo mejor al Presidente Boric, y que efectivamente su gobierno sea lo mejor posible, ya que de él dependerá el futuro de nuestro país. Ojalá que Boric me deje callado, y demuestre ser mucho más un socialdemócrata que un comunismo (lo que debo admitir que no creo que se cumpla). Ante eso, seré siempre sincero, y a Boric le reconoceré todo lo bueno que realice, pero tampoco dudaré en criticarle todo lo malo que haga. Como ya dije anteriormente: Chile está primero, siempre tiene que estar primero. 

sábado, 13 de noviembre de 2021

¿Puede darse la posibilidad del "voto oculto" en esta elección presidencial?

 El próximo domingo 21 de noviembre los chilenos acudirán en masa a las urnas para escoger a su futuro presidente(a) que regirá los futuros del país. 

Chile vive momentos históricos, y el próximo domingo será una fecha de vital importancia para dirimir lo que será el destino de nuestra nación. Ese día, millones de ciudadanos acudirán a las urnas a votar, para elegir a quien será el futuro presidente o presidente del país. Ante esto, vale la pena preguntarse: ¿existe la posibilidad de que se de el caso del llamado "voto oculto" o "voto silencioso", donde un candidato se destape y obtenga muchísimos más sufragios que los que le anticipan las encuestas? En política, nada es imposible... y en la política chilena, con mayor razón. 

Dicho esto, haré hincapié en explicar cuáles son en general los cinco tipos de candidatos a los cuales suele favorecer este voto oculto, lo cual es invariable de un país a otro.

1) El que genera mucho rechazo: Hay candidatos que por uno u otro motivo generan mucho rechazo dentro de los votantes, por lo cual a veces se da que algunos de sus simpatizantes prefieren omitir que los apoyan, y literalmente optan por "hablar en la urna". En este sentido, José Antonio Kast es el que más corre con ventaja para aumentar su votación respecto a lo que le indican las encuestas (donde igualmente aparece dentro de las dos primeras opciones para ser electo). Eduardo Artés también genera mucho rechazo entre la gente, pero debido a su escaso grado de conocimiento (sobre todo en regiones), es muy poco probable que experimente un alza significativa en su votación. 

2) El extremo: Si hablamos de candidatos extremos, lejos el candidato más extremo de todos es Eduardo Artés. Sin embargo, su votante es muy antisistema, y claramente el elector de ultraizquierda podría ser más pragmático y optar por otras candidaturas más competitivas (como Gabriel Boric). En el otro lado, tenemos a José Antonio Kast, quien no me parece que sea un político extremo, pero que para gran parte de la opinión pública y la prensa sí lo es. Kast es conservador, pero no un extremo ni un ultra, aunque la prensa ha vendido una especie de caricatura injusta en torno a él. En ese sentido, bajo este parámetro, los candidatos que están en ambos polos (Boric y Kast) perfectamente podrían acrecentar mucho su votación, los cuales también son los que corren con ventaja en las encuestas. De darse así, perfectamente podríamos tener la segunda vuelta más polarizada de la Historia de Chile. 

3) El voto pragmático: En Chile generalmente la segunda vuelta de la elección presidencial se define por el voto de centro. Eso siempre ha sido así, e incluso en una elección tan polarizada como la actual, es posible que este hecho se vuelva a repetir. En ese sentido, tanto en la izquierda como en la derecha habrá mucha gente que apele al voto pragmático o voto práctico, es decir que elija a un candidato pensando en conquistar una importante votación del centro político. Si bien los únicos candidatos que se identifican con el centro ideológico son Sebastián Sichel y Franco Parisi, también podría ser la candidatura de Yasna Provoste la que se vea favorecida bajo este criterio. 

4) El candidato conservador: Por características propias de la idiosincrasia chilena (sobre todo de las generaciones más jóvenes y vociferantes), y también por un evidente sesgo ideológico de parte de una mayoría abismante de los medios de prensa, en general los candidatos de corte conservador no son bien vistos por el sector comunicacionalmente más influyente del país. Es por ese motivo, que hay grupos importantes del electorado que prefieren guardar silencio al decir que apoyan a un candidato de corte conservador, y optan por expresar su opinión en la urna, transformándose en una especie de "mayoría silenciosa" (aunque no siempre sean mayoría, ni mucho menos). En ese aspecto, el candidato más conservador de los siete aspirantes a la Presidencia es José Antonio Kast, y no sería raro que cuente con un importante voto oculto, reservado sólo para la crucial jornada de votación.

5) El candidato errático: En las campañas presidenciales, todos los candidatos se ven expuestos a cometer errores mediáticos, o bien contradicciones, las cuales al final terminan por poner en peligro su candidatura. Acá, los candidatos que se han visto más erráticos han sido Boric, Parisi y Sichel. Muchos de sus simpatizantes podrían ocultar su preferencia más bien por vergüenza a ser apuntados con el dedo, pero sin embargo a la hora de votar no tendrían dudas en expresar su preferencia, pues dentro de la urna no habrá nadie que cuestione su elección final. 

domingo, 10 de octubre de 2021

Boric: El siniestro comunista acomplejado que podría llegar a La Moneda

 El candidato del Frente Amplio hasta ahora lidera todas las encuestas presidenciales en Chile, aunque también hay que decirlo: lo ha hecho evitando hablar de temas muy conflictivos, los que le son bastante incómodos.

Que de un tiempo a esta parte Chile se ha "izquierdizado" no es un misterio para nadie. Lamentablemente eso quedó más que patente en la elección de constituyentes y también el Plebiscito Constitucional del 2020. Aunque la explicación para ello es bastante obvia (los más de 30 años de adoctrinamiento político de izquierda y ultraizquierda en casi todos los colegios y universidades del país), la derecha parece estar enfocada en no hacer nada para revertir esta situación. Triste pero cierto.

Todo este desastre podría además verse coronado con la posible elección de un neomarxista como presidente del país, de cara a las próximas elecciones que tendremos el domingo 21 de noviembre, y que de seguro definirán el futuro del país. Hasta ahora, en todas las encuestas aparece liderando Gabriel Boric, un comunista acomplejado que defiende todos los principios del Comunismo, pero que a la vez reniega del Comunismo sólo por motivos meramente electorales. En ese sentido, Boric es mucho más peligroso de lo que era Daniel Jadue, ya que a Jadue sólo se le podía disfrazar de comunista, en cambio Boric es amorfo y escurridizo, y hará todo lo posible para camuflarse y parecer como "renovado". 

¿Cómo frenar a Boric e impedir que llegue al Palacio Presidencial de La Moneda? Antes que cualquier reflexión, advierto que eso no será para nada de fácil, partiendo por un anécdota sobre su carrera política que hasta esta altura no es algo menor: el actual diputado frenteamplista nunca ha perdido en una elección abierta y popular... aunque siempre en la vida hay una primera vez para todo. Hace algún tiempo atrás, dije en este mismo blog que la mejor opción para frenar a Boric era votando por Sebastián Sichel, por las posibilidades que éste posee que obtener una alta votación dentro del electorado de centro y moderado. Ahora, y si bien sigo sosteniendo que sí o sí hay que quitarle el voto de centro al candidato de los comunistas, no sé si con eso sólo alcance. De hecho, es muy probable que aún con un discurso moderado y centrista, Sichel igual pierda contra Boric. Chile se izquierdizó, y con eso todo se pone mucho más difícil.

La otra opción es votar por José Antonio Kast, el candidato de la derecha más ortodoxa, y que en las encuestas supera por un escaso margen a Sichel. Kast tiene puntos fuertes, pero también débiles: dentro de sus debilidades está el alto porcentaje de rechazo que genera entre muchos votantes su discurso en extremo conservador; pero a la vez tiene en su extraordinaria capacidad para debatir un plus con el que puede dejar muy mal parado a Boric, e incluso dejarlo más magullado de lo que lo haría Sichel quitándole votos de centro. 

Para nadie es un misterio que Boric evita participar en debates, debido principalmente a que no quiere hablar públicamente de temas que le son muy incómodos a su sector ideológico: las inevitables comparaciones con el dictador Nicolás Maduro (con quien no posee ninguna diferencia doctrinaria) y además su evidente simpatía por el terrorismo de ultraizquierda en Chile (acá me refiero tanto al terrorismo urbano en Santiago como al terrorismo incendiario en La Araucanía). Sobre esos dos temas Boric siempre ha evitado hablar, porque sabe que diga lo que diga igual le van a llover las críticas, por un lado o por el otro. Y es ahí precisamente donde Kast podría hacerle mucho daño en un debate. Pero vale la pena preguntarnos: ¿pueden uno o dos debates definir una elección presidencial? Bueno, ya lo hizo el 2017 (cuando Piñera humilló a Guillier explicándole públicamente su propio programa de gobierno), pero nada asegura que ahora también suceda lo mismo. 

¿Por quién votar entonces para derrotar al comunista Boric? Difícil saberlo. Es más: creo que hay argumentos muy de peso para votar tanto por Kast como por Sichel. Aunque ninguno de ellos dos encarna lo que para mí es el político perfecto, ambos sí son muchísimo mejores opciones que Boric para guiar los pasos futuros de Chile. Yo no soy nadie para decirles si deben votar por Kast o por Sichel (y ni siquiera yo mismo lo tengo muy claro), pero sí puedo decirles algo: cualquiera de ellos dos es preferible a tener un frenteamplista-neomarxista de presidente.

En primera vuelta, voten por el que quieran entre Kast o Sichel. Pero en segunda vuelta, les pido por favor que sean pragmáticos y apoyen al que logre avanzar, porque a Boric hay que pararlo como sea. Yo al menos no tengo dudas: con tal de evitar que un comunista sea presidente de Chile, no tendría problemas en votar por Mazinger Z o por la Chilindrina... y espero que ustedes tampoco. 

Recuerden: Nada (¡pero nada!) sería peor para nuestro país que tener a un comunista sentado en el sillón presidencial en La Moneda.

sábado, 14 de agosto de 2021

Sichel: La única opción para vencer al candidato comunista

 El ex ministro de Desarrollo Social es la carta más competitiva de la centroderecha, y el exclusivo postulante que puede disputarle la Presidencia a Gabriel Boric y a Yasna Provoste.

Nuestro país atraviesa momentos difíciles, y eso es algo que ni siquiera el más optimista puede negar. Ya en plena carrera presidencial, y con la polarización ideológica totalmente desatada, el panorama por fin comienza a aclararse después de la elección primaria del pasado 18 de julio. Contra el pronóstico de muchos analistas, Daniel Jadue y Joaquín Lavín fueron derrotados en las urnas, y en su lugar aparecieron figuras mucho más jóvenes, pero también con menos experiencia política: el neomarxista Gabriel Boric y el independiente Sebastián Sichel.

Gabriel Boric sin lugar a dudas que es una amenaza latente, no sólo para sus eventuales contrincantes sino que también para el país entero. El representante del Frente Amplio llegará a la primera vuelta presidencial con un récord a sus espaldas que es mucho más que una simple anécdota: nunca en su vida ha perdido una elección. Todas las veces que ha postulado a un cargo (ya sea a diputado, como dirigente estudiantil, o en las pasadas primarias de la ultraizquierda) siempre ha ganado, y con la constante de hacerlo por un amplio margen. Dicho en términos futbolísticos, "está invicto". 

Sin embargo, el peligro no sólo se ve representado en Boric: también en Yasna Provoste, la actual presidenta del Senado que cuenta con varios plus que la hacen ser una candidata privilegiada. De partida, es mujer. Segundo, es de ascendencia indígena. Tercero, es de izquierda. Y en último lugar, es oriunda de provincia, por lo que representa a la gente de las regiones. Todos esos aspectos son herramientas demasiado bien cotizadas para quienes se dedican al "arte" de la ingeniería electoral. 

Ante estos dos adversarios tan potentes, a la derecha no le queda más que apelar al voto práctico. Y los motivos son varios: efectivamente las últimas elecciones demostraron que estamos en evidente desventaja numérica, además del hecho que nos veremos obligados a presentar un candidato con un nivel de rechazo relativamente bajo, y por último está el factor de que la derecha jamás va a tener un presidente realmente de derecha mientras la izquierda siga con su macabro adoctrinamiento ideológico en todas las aulas de los colegios y universidades de nuestro país. 

Sumando y restando, tal vez la opción más competitiva que teníamos en ese momento era Sebastián Sichel: un político converso, que viene del mundo de la centroizquierda, pero que ahora se ha estacionado donde más cómodo se siente, es decir en el centro liberal. Si bien todos los políticos chilenos generan mucho rechazo, creo que Sichel produce menos animadversión que casi cualquier otro postulante a llegar a La Moneda. 

Las ventajas que posee Sichel son varias: es un candidato competitivo, o al menos el más competitivo que tenemos quienes no comulgamos con la izquierda o la ultraizquierda. Además tiene el factor que él buscará el apoyo de las personas y votantes inmigrantes, y también los de las minorías sexuales, quitándole así dos de las falsas banderas que tanto enarbolan los cínicos izquierdistas. Y por último, un antecedente netamente político: sus propuestas puede que no sean perfectas (ni mucho menos), pero al menos son realistas considerando el Chile en el cual vivimos, que es un país donde los socialistas y comunistas jamás dejarían gobernar a un presidente de derecha tradicional, y esto es válido para sus estrategias derrocadoras tanto legales como ilegales.

Sí, debo decirlo: yo soy pinochetista, y me choca el antipinochetismo de Sichel. Sin embargo, por otro lado, también tengo que ser sincero, y decir que mientras exista el Comunismo, siempre que sea necesario apelaré al "mal menor" para derrotarlo. Y no lo haré una o dos veces, sino que hasta quinientas mil veces si así fuese necesario. Chile debe de estar por delante de cualquier capricho ideológico, aún cuando eso signifique tener que poner en segundo plano mis propias convicciones, porque en este caso mi primera convicción siempre será una sola: hacer todo lo posible para tratar de evitar que el candidato comunista sea electo presidente. Y acá hay que ser claro: Boric es un comunista acomplejado, pero comunista al fin y al cabo... y Provoste no sé si será comunista, pero es la persona más izquierdista de la Democracia Cristiana, siendo aún más extrema que la propia aspirante del Partido Socialista (Paula Narváez).

Termino relatando otra definición de principios que creo válida mencionar: si acá hubiera otro postulante que realmente fuera pinochetista como yo lo soy, y que se jactara de serlo, votaría por él todas las veces que se presentase al cargo de Presidente de la República. Pero como no lo hay (porque ningún candidato en estas elecciones es pinochetista), prefiero votar por el que al menos en teoría debería tener las opciones matemáticas de disputarle voto a voto al abanderado comunista. Y el candidato que reúne esas cualidades prácticas -que no son las ideales pero por lo menos sí es una carta pujante- no es otro que el ex ministro Sebastián Sichel Ramírez.