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sábado, 23 de enero de 2021

Stray: Hard Rock británico en una banda de culto

 Esta agrupación londinense formada en 1966 subsiste hasta nuestros días, pero con varias intermitencias.

Muchos entendidos sostienen que la década de los años 70 fue la Era Dorada del Hard Rock. Durante esos años, un sinnúmero de bandas crecieron y se desarrollaron a ambos lados del Atlántico, dando lugar a una camada descomunal de grupos donde brillaban los ingleses Led Zeppelin Rainbow, Black Sabbath y Deep Purple, además de los estadounidenses Grand Funk Railroad. Aparte de ellos, también existió otro gigante, pero esta vez en Australia: AC/DC. 

Sumando y restando todos los matices de estas agrupaciones, en conjunto conformaron la flora y nata del Hard Rock de los años 70s. Sin embargo, durante esa época también hubo algunos escuderos de lujo, los cuales pese a ser mucho menos conocidos y populares, igual se caracterizaron por tener una discografía bastante aceptable. Ese es el caso de Stray, un cuarteto formado en Londres en 1966, el cual ha logrado mantenerse vigente hasta nuestros días.

En el arte de Stray confluyen al menos tres géneros distintos en lo que a Rock respecta: el Hard Rock, el Acid Rock y el Rock Psicodélico. La banda original estaba conformada por el cantante Steve Gadd, el guitarrista Del Bromham, el bajista Gary Giles y el baterista Steve Crutchley. En la actualidad, de esta formación sólo subsiste el talentoso Bromham.

El estilo de Stray tenía mucho en común con lo que por esos mismos años hacía AC/DC, pero con muchos toques bastante propios y particulares. Sus discos más reconocidos son "Stray" (1970), "Suicide" (1971) y el sorprendente "10" (2001), el cual trajo lo mejor de los años 70s y lo revivió en pleno siglo XXI.

Si bien Stray nunca fue una agrupación muy conocida, es considerada como un grupo de culto. De hecho, en más de alguna oportunidad los miembros de Iron Maiden la han nombrado como una de sus mayores influencias musicales.

martes, 18 de agosto de 2020

Dasyceps: El insólito temnospóndilo británico

  Este animal primitivo existió a comienzos del Período Pérmico, hace ya más de 295 millones de años.

Hace unos 298 a 295 millones de años en lo que actualmente es Inglaterra existió un pequeño animal realmente raro. Se trata de un robusto temnospóndilo de cuerpo bastante ancho y voluminoso, el cual poseía una cabeza enorme y puntuda, pero cuyos ojos estaban en la parte superior del rostro y muy juntos. Por la ubicación de sus fosas oculares dentro de su gigantesco cráneo, es muy probable que haya sido un animal anfibio que pasaba gran parte del tiempo sumergido bajo el agua. 

Este animal se llamaba Dasyceps, el cual habitó Gran Bretaña durante el Pérmico Inferior. No es mucho lo que se sabe de él, y hasta ahora sólo se conocen dos especies asociadas a este género: Dasyceps bucklandi Dasyceps microphthalmus.

jueves, 2 de julio de 2020

Paradise Lost: La banda más innovadora del Metal Británico

Esta agrupación formada en la localidad de Halifax es considerada la principal precursora del Doom. Desde su debut hasta la fecha, ha sabido reinventarse ya en diversas oportunidades. 

Si hay un grupo que a lo largo de su historia siempre ha sabido reinventarse una y otra vez, pero manteniendo como constante un alto nivel musical, es Paradise Lost. El quinteto rockero formado en 1988 en la localidad de Halifax (Inglaterra), desde sus inicios ha sabido mantenerse a la vanguardia de las tendencias musicales.
Paradise Lost: los inicios de la banda.

Habitualmente se considera a Paradise Lost como los precursores del Doom Metal, honor que comparten con los también ingleses Anathema y My Dying Bride. Por haberse formado un par de años antes que los otros dos conjuntos, suele decirse de Paradise Lost que ellos son los verdaderos "padres del Metal Gótico". 

"Lost Paradise" fue el potente y rutilante disco que dio por inaugurada la carrera musical de Paradise Lost, en el año 1990. Las guitarras crudas y la voz extremadamente desgarradora y siniestra de este trabajo significaron el debut oficial del Doom Metal como un subgénero dentro del Rock, siendo este disco su piedra angular.

Estas atmósferas lentas y pesadas le permiten a la banda de Halifax ser considerados con total plenitud como los creadores del Doom. Sin embargo, dicho estilo quedaría aún más consolidado en 1991, cuando sale al comercio el segundo disco de los británicos: "Gothic". Como su nombre lo dice, esta trabajo recoge todo lo oscuro y violento del "Lost Paradise", pero le imprime un poco más de notoriedad a los solos instrumentales del virtuoso guitarrista Greg Mackintosh. El fruto obtenido fue notable.

Si Paradise Lost es una banda de culto, no es sólo por haber dado el puntapié inicial a lo que fue el Doom Metal, sino que también por todo lo que vino después. El quinteto inglés ya había dejado una impronta imborrable con sus dos primeros discos, pero sin dudas a esa altura apuntaba mucho más alto, e iba por más. Fue así como en los años siguientes se vino un verdadero vendaval de potencia con sus tres discos más emblemáticos, los cuales lo lanzaron al estrellato mundial: "Shades of God" (1992), "Icon" (1993) y "Draconian Times" (1995). Ese tridente trajo consigo los verdaderos tiempos draconianos para Paradise Lost, donde lo que se perdió en atmósferas oscuras se ganó con creces en velocidad y pulcritud instrumental: el resultado fue aplastante, y literalmente le hizo volar la cabeza a muchos que por esos años comenzaban a escuchar la música metalera. A esas alturas la influencia de lo hecho por Metallica era innegable, y el resultado de esa amalgama no podía resultar más descomunal y explosiva. Por esos años, Greg Mackintosh ya se había catapultado como un verdadero "guitar hero" y su sello era brutal e inconfundible.

Hablar del vocalista Nick Holmes es referirse a un verdadero camaleón en lo que a registro vocal se refiere. En los primeros discos de la banda su voz sonaba cruenta y gutural, pero después comenzó a adquirir un sello característico, mucho más trabajado pero siempre con esos tonos raspados que le dieron identidad a esta agrupación. Sin embargo, la experimentación musical prosiguió su rumbo, y el conjunto musical volvió a mutar. En el año 1997 aparece el disco que le daría un nuevo giro a la estampa de la banda: "One Second". Las pesadas guitarras Doom desaparecieron casi por completo, siendo reemplazadas por teclados, sintetizadores y sonidos bastante más melódicos, así como los rugidos con que Nick Holmes en abrumaba en sus los primeros registros habían dado paso a un cantar cada vez más limpio y entonado, pero sin perder su toque habitual de agresividad: obvio, pues Paradise Lost seguía siendo Paradise Lost.
Paradise Lost en el año 2016.

"One Second" mantuvo la esencia rockera, pero ya no podía considerársele como un disco de un grupo de Heavy Metal. Tenía muchos toques de Depeche Mode e incluso de Radiohead, y a su vez influenciaba bastante a lo que por esos días venían haciendo The Gathering, Moonspell e incluso los mismos Anathema, que habían optado por el mismo rumbo. Este cambio de dirección queda aún más en evidencia con los dos álbumes siguientes: "Host" (1999) y "Believe in Nothing" (2001). Ambos discos fueron muy bien recibidos por la crítica especializada, pero no por los fans más antiguos de la banda. Sólo un año más tarde aparece "Symbol of life", con el cual el grupo británico pretende reencantar un poco a su fanaticada más incondicional. En el 2005 se lanza el disco homónimo "Paradise Lost", el cual parece ser la continuación de lo realizado en "Symbol of life" (2002).

Ya después de tres etapas claramente definidas, viene un período de transición, el cual llega con el impecable "In Requiem" (2007). Este álbum recoge lo que se venía haciendo en los últimos dos trabajos previos, y lo combina con esa potencia y energía de mediados de los 90s que parecía haberse perdido. El resultado es tremendo, pues "In Requiem" parece traer de vuelta la mística de los célebres "Draconian Times" y "Shades of God", pero adaptados a los nuevos tiempos. Así vuelven a aparecer esas guitarras potentes, pero mezcladas con uno que otro acorde electrónico y sintetizadores, que le brindan una estampa única e irrepetible.

En pleno siglo XXI -y cuando las bandas cada vez más se inclinan por lo comercial- Paradise Lost opta por el camino contrario, o sea elegir la ruta difícil pero que a la vez lo posiciona aún más como una banda de culto. Ya habiéndose reinventado varias veces, Paradise Lost parece estacionarse en el sonido que le es más cómodo: la fusión del Doom con el Hard Rock. La atmósfera pop pasa a formar parte del pasado, y en vez de ella surge el el lúgubre Gothic Metal en todo su esplendor. Fue así como se sucedieron los siguientes discos de la banda, todos con una calidad intacta y con un altísimo nivel creativo: "Faith Divides Us - Death Unites Us" (2009) y "Tragic Idol" (2012). Este cambio de timón quedó aún más consolidado con los guturales "The Plague Within" (2015) y "Medusa" (2017), el cual fue un guiño evidente a los dos primeros lanzamientos de la agrupación. Ese retorno a los orígenes también puede verse parcialmente con el reciente estreno de "Obsidian" (2020). Todos ellos, mas que recomendables para cualquier fanático del Heavy Metal.

Un total de dieciséis álbumes componen la potente discografía de Paradise Lost, una banda acostumbrada a variar pero siempre dentro de los exigentes parámetros de calidad que se le piden a una leyenda del rock pesado. Todo parece indicar que el sello de este quinteto siempre ha sido hacer la música que quiere hacer, más allá de lo que se escuche o deje de escucharse en ese momento. Otra característica del grupo es la estabilidad en sus formaciones, pues desde 1988 cuatro de sus miembros se han mantenido siempre: el vocalista Nick Holmes, los guitarristas Greg Mackintosh y Aaron Aedy, y el bajista Steve Edmonson, solamente cambiando en varias oportunidades a su baterista (el cual en estos momentos es el sueco Adrian Erlandsson). Larga vida al Rock y a Paradise Lost, una banda que ha sabido reinventarse.

martes, 23 de junio de 2020

Paradise Lost: La banda más innovadora del Metal Británico

Esta agrupación formada en la localidad de Halifax es considerada la principal precursora del Doom. Desde su debut hasta la fecha, ha sabido reinventarse ya en diversas oportunidades. 

Si hay un grupo que a lo largo de su historia siempre ha sabido reinventarse una y otra vez, pero manteniendo como constante un alto nivel musical, es Paradise Lost. El quinteto rockero formado en 1988 en la localidad de Halifax (Inglaterra), desde sus inicios ha sabido mantenerse a la vanguardia de las tendencias musicales.
Paradise Lost: los inicios de la banda.

Habitualmente se considera a Paradise Lost como los precursores del Doom Metal, honor que comparten con los también ingleses Anathema y My Dying Bride. Por haberse formado un par de años antes que los otros dos conjuntos, suele decirse de Paradise Lost que ellos son los verdaderos "padres del Metal Gótico". 

"Lost Paradise" fue el potente y rutilante disco que dio por inaugurada la carrera musical de Paradise Lost, en el año 1990. Las guitarras crudas y la voz extremadamente desgarradora y siniestra de este trabajo significaron el debut oficial del Doom Metal como un subgénero dentro del Rock, siendo este disco su piedra angular.

Estas atmósferas lentas y pesadas le permiten a la banda de Halifax ser considerados con total plenitud como los creadores del Doom. Sin embargo, dicho estilo quedaría aún más consolidado en 1991, cuando sale al comercio el segundo disco de los británicos: "Gothic". Como su nombre lo dice, esta trabajo recoge todo lo oscuro y violento del "Lost Paradise", pero le imprime un poco más de notoriedad a los solos instrumentales del virtuoso guitarrista Greg Mackintosh. El fruto obtenido fue notable.

Si Paradise Lost es una banda de culto, no es sólo por haber dado el puntapié inicial a lo que fue el Doom Metal, sino que también por todo lo que vino después. El quinteto inglés ya había dejado una impronta imborrable con sus dos primeros discos, pero sin dudas a esa altura apuntaba mucho más alto, e iba por más. Fue así como en los años siguientes se vino un verdadero vendaval de potencia con sus tres discos más emblemáticos, los cuales lo lanzaron al estrellato mundial: "Shades of God" (1992), "Icon" (1993) y "Draconian Times" (1995). Ese tridente trajo consigo los verdaderos tiempos draconianos para Paradise Lost, donde lo que se perdió en atmósferas oscuras se ganó con creces en velocidad y pulcritud instrumental: el resultado fue aplastante, y literalmente le hizo volar la cabeza a muchos que por esos años comenzaban a escuchar la música metalera. A esas alturas la influencia de lo hecho por Metallica era innegable, y el resultado de esa amalgama no podía resultar más descomunal y explosiva. Por esos años, Greg Mackintosh ya se había catapultado como un verdadero "guitar hero" y su sello era brutal e inconfundible.

Hablar del vocalista Nick Holmes es referirse a un verdadero camaleón en lo que a registro vocal se refiere. En los primeros discos de la banda su voz sonaba cruenta y gutural, pero después comenzó a adquirir un sello característico, mucho más trabajado pero siempre con esos tonos raspados que le dieron identidad a esta agrupación. Sin embargo, la experimentación musical prosiguió su rumbo, y el conjunto musical volvió a mutar. En el año 1997 aparece el disco que le daría un nuevo giro a la estampa de la banda: "One Second". Las pesadas guitarras Doom desaparecieron casi por completo, siendo reemplazadas por teclados, sintetizadores y sonidos bastante más melódicos, así como los rugidos con que Nick Holmes en abrumaba en sus los primeros registros habían dado paso a un cantar cada vez más limpio y entonado, pero sin perder su toque habitual de agresividad: obvio, pues Paradise Lost seguía siendo Paradise Lost.
Paradise Lost en el año 2016.

"One Second" mantuvo la esencia rockera, pero ya no podía considerársele como un disco de un grupo de Heavy Metal. Tenía muchos toques de Depeche Mode e incluso de Radiohead, y a su vez influenciaba bastante a lo que por esos días venían haciendo The Gathering, Moonspell e incluso los mismos Anathema, que habían optado por el mismo rumbo. Este cambio de dirección queda aún más en evidencia con los dos álbumes siguientes: "Host" (1999) y "Believe in Nothing" (2001). Ambos discos fueron muy bien recibidos por la crítica especializada, pero no por los fans más antiguos de la banda. Sólo un año más tarde aparece "Symbol of life", con el cual el grupo británico pretende reencantar un poco a su fanaticada más incondicional. En el 2005 se lanza el disco homónimo "Paradise Lost", el cual parece ser la continuación de lo realizado en "Symbol of life" (2002).

Ya después de tres etapas claramente definidas, viene un período de transición, el cual llega con el impecable "In Requiem" (2007). Este álbum recoge lo que se venía haciendo en los últimos dos trabajos previos, y lo combina con esa potencia y energía de mediados de los 90s que parecía haberse perdido. El resultado es tremendo, pues "In Requiem" parece traer de vuelta la mística de los célebres "Draconian Times" y "Shades of God", pero adaptados a los nuevos tiempos. Así vuelven a aparecer esas guitarras potentes, pero mezcladas con uno que otro acorde electrónico y sintetizadores, que le brindan una estampa única e irrepetible.

En pleno siglo XXI -y cuando las bandas cada vez más se inclinan por lo comercial- Paradise Lost opta por el camino contrario, o sea elegir la ruta difícil pero que a la vez lo posiciona aún más como una banda de culto. Ya habiéndose reinventado varias veces, Paradise Lost parece estacionarse en el sonido que le es más cómodo: la fusión del Doom con el Hard Rock. La atmósfera pop pasa a formar parte del pasado, y en vez de ella surge el el lúgubre Gothic Metal en todo su esplendor. Fue así como se sucedieron los siguientes discos de la banda, todos con una calidad intacta y con un altísimo nivel creativo: "Faith Divides Us - Death Unites Us" (2009) y "Tragic Idol" (2012). Este cambio de timón quedó aún más consolidado con los guturales "The Plague Within" (2015) y "Medusa" (2017), el cual fue un guiño evidente a los dos primeros lanzamientos de la agrupación. Ese retorno a los orígenes también puede verse parcialmente con el reciente estreno de "Obsidian" (2020). Todos ellos, mas que recomendables para cualquier fanático del Heavy Metal.

Un total de dieciséis álbumes componen la potente discografía de Paradise Lost, una banda acostumbrada a variar pero siempre dentro de los exigentes parámetros de calidad que se le piden a una leyenda del rock pesado. Todo parece indicar que el sello de este quinteto siempre ha sido hacer la música que quiere hacer, más allá de lo que se escuche o deje de escucharse en ese momento. Otra característica del grupo es la estabilidad en sus formaciones, pues desde 1988 cuatro de sus miembros se han mantenido siempre: el vocalista Nick Holmes, los guitarristas Greg Mackintosh y Aaron Aedy, y el bajista Steve Edmonson, solamente cambiando en varias oportunidades a su baterista (el cual en estos momentos es el sueco Adrian Erlandsson). Larga vida al Rock y a Paradise Lost, una banda que ha sabido reinventarse.

sábado, 2 de mayo de 2020

Koumpiodontosuchus: El diminuto cocodrilo prehistórico con "dientes de botón"

Este animal existió durante el Cretácico inferior y sus restos fueron hallados en el Reino Unido.

El cocodrilo enano del Cretácico.
A los cocodrilos actuales bien podría considerárseles como verdaderos fósiles vivientes. Los primeros cocodrilos cohabitaron el mundo junto con los dinosaurios. Es así como alguna vez el terror de los pantanos primitivos fue el enorme Sarcosuchus, sin embargo no todos fueron tan grandes como aquella aterradora bestia.

Dentro de los cocodrilos prehistóricos de tamaño pequeño está el Koumpiodontosuchus, el cual era cocodriliforme neosuquio, es decir un clado de los saurópsidos (o reptiles primitivos). Este animal existió en lo que actualmente es el Reino Unido durante el Cretácico Inferior.

De este carnívoro de comportamiento anfibio no es mucho lo que se sabe. Solamente fueron encontrados dos fragmentos de su cráneo, el cual se estima que debe de haber medido apenas unos once centímetros. Su denominación está dada por los dientes romos del ejemplar estudiado. La única especie de este género es el Koumpiodontosuchus aprosdokiti. 

Galería de imágenes: Koumpiodontosuchus





domingo, 19 de enero de 2020

Haptodus: El arcaico pelicosaurio del Pérmico inferior

Este género extinto de seres prehistóricos existió hace ya varios millones de años en lo que actualmente son Europa y Estados Unidos.
El primitivo predador Haptodus.

Haptodus es un género extinto de pelicosaurios primitivos, el cual estaba compuesto por al menos tres especies distintas: Haptodus baylei, Haptodus grandis y Haptodus garnettensis.Las dos primeras fueron descubiertas en Europa (Francia e Inglaterra, respectivamente) y la otra existió en lo que ahora es Estados Unidos.

El género Haptodus pobló el mundo hace unos 300 millones de años, durante el período Pérmico (específicamente el Pérmico inferior). Se trataba de un predador mediano, que medía entre un metro y un metro y medio de largo, el cual podía llegar a pesar hasta 30 kilos. Se alimentaba de pequeños peces, anfibios e insectos.

Sin embargo hasta el día de hoy no es mucho lo que se sabe respecto a estas curiosas especies, emparentadas de lejos con el emblemático dimetrodon.

jueves, 16 de enero de 2020

Durlstodon ensomi: La rata prehistórica de hace 145 millones de años

Incluso algunos investigadores postulan que este enigmático animal podría ser el ancestro más antiguo del ser humano.
Durlstodon, en su hábitat matural.

Bien es sabido que los primeros mamíferos aparecieron en el mundo hace ya unos 208 millones de años, hacia finales del Triásico. Estas criaturas pioneras fueron seres muy parecidas a los ratones, con un enorme cráneo y mandíbulas bastante especializadas. Bastante posterior a ellos, pero no por eso menos arcaico, fue el Durlstodon ensomi, el cual apareció hace 145 millones de años, justo a comienzos del Cretácico.

Sin dudas, la principal importancia científica del Durlstodon ensomi es que según lograron determinar los investigadores, esta especie vendría a ser el primer ancestro conocido de un tronco evolutivo en común que tuvieron diversos mamíferos, como las ballenas, las musarañas e incluso el ser humano. Es decir, este animal fue un verdadero eslabón perdido dentro de la evolución de los mamíferos en nuestro planeta.

El nombre científico de este animal (Durlstodon ensomi) significa "Diente de Durlston", en alusión a la localidad de Durlston (al sur de Inglaterra), lugar donde fueron hallados los restos de este extraño ser. Los fósiles de este animal fueron encontrados junto a los de otra especie primitiva muy parecida, llamada Durlstotherium newmani.