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lunes, 2 de noviembre de 2020

Metailurus: El feroz felino salvaje del Mioceno y Pleistoceno

 Este mamífero es conocido por los expertos como "El falso dientes de sable", ya que si bien sus colmillos eran bastante grandes e intimidantes, igual eran mucho más pequeños que el de otros cazadores mucho más peligrosos. 

Metailurus: Un intrépido cazador.

Pocos animales prehistóricos fueron tan globales como el intrépido Metailurus, un felino de considerables proporciones que habitó en lo que actualmente son cuatro continentes distintos: Norteamérica, Europa, Asia y África. Este mamífero apareció en el mundo hace unos 9 millones de años, extinguiéndose recién hace 11 mil años. Es decir, su existencia cruzó buena parte del Mioceno y casi todo el Pleistoceno.

El Metailurus fue un género extinto de felinos salvajes, al cual se le denomina "El falso dientes de sable", debido a que tenía un par de prominentes colmillos tan filudos como cuchillos, pero que sin embargo eran de mucho menor tamaño que los que poseía el verdadero tigre dientes de sable: una bestial criatura conocida como Smilodon.

domingo, 1 de noviembre de 2020

Homotherium: El intrépido felino dientes de sable que pobló el mundo prehistórico

 En total hasta ahora se conoce de diez especies que pertenecieron a este género extinto, del cual se han hallado restos en América, Asia, Europa y África. 


Durante el Plioceno y Pleistoceno hace unos diez a cinco millones de años, buena parte del mundo conocido estuvo poblado por uno de los mamíferos más abundantes que haya existido durante la Prehistoria: el Homotherium. Este mamífero fue uno de los últimos tigres con dientes de sable en desaparecer de la faz de la Tierra, después del poderoso Smilodon (que existió hasta hace apenas doce mil años).

Este felino dientes de sable (perteneciente a la familia Felidae) habitó una vasta extensión del planeta, la cual comprendía lugares tan distantes como América, Asia, Europa y África. En total se sabe de diez especies distintas, todas las cuales eran bastante parecidas entre sí. Las tres especies más conocidas son el Homotherium serum, el Homotherium latidens y el Homotherium venezuelensis, los cuales vivieron en Estados Unidos, España y Venezuela, respectivamente. 

El tamaño de este animal carnívoro era como el de un león. Sin embargo, lo más llamativo de su anatomía era lo estilizado de su cuerpo, el cual era mucho menos robusto que el de otros felinos dientes de sable de su época. Eso hace pensar que fue un gran cazador, muy astuto, pero no era tan poderoso en el combate cuerpo a cuerpo como lo habría sido -por ejemplo- el Smilodon. 

Sus característicos colmillos eran afilados, pero no eran tan desarrollados como en otros géneros de macairodontes o macairodontinos (subfamilia de los tigres primitivos) Es casi seguro que este animal vivía en pequeñas comunidades y cazaba en manadas, cooperando en equipo para capturar a grandes herbívoros, a los que se los comían también en grupos organizados. 

lunes, 27 de enero de 2020

Amphimachairodus: El jaguar más temible de la prehistoria

Durante el período Mioceno existió en Eurasia y África un predador bastante temido por los herbívoros de aquel entonces, el cual era bastante ágil y efectivo a la hora de sorprender a sus presas.
Un felino voraz.

Hace unos diez millones de años apareció una criatura que duró relativamente poco tiempo, pero marcó un período dentro de lo que fue la pirámide trófica en Eurasia y el norte de África: el Amphimachairodus, el cual era un género de felinos salvajes muy parecidos al jaguar actual pero dotados de un par de colmillos gigantescos.

 El Amphimachairodus fue un carnívoro de la familia de los macairodontinos, el cual un grupo que agrupaba a todos los felinos dientes de sable, por lo cual estaba emparentado con otras bestias como el Smilodon y el Homotherium. 

De este animal se puede decir que vivió durante el Mioceno, y se caracterizó por ser un cazador bastante efectivo. Sin bien no era capaz de cazar en carreras largas, se sabe que tenía un pirque considerable en distancias largas y era un buen saltador. Su contextura era robusta y musculosa, llegando a pesar hasta 500 kilos pese a medir solamente dos metros de largo.

Thylacosmilus: El extraño “marsupial dientes de sable”

Pese a que este animal era muy parecido al famoso “Tigre dientes de sable” (Smilodon), en realidad evolutivamente estaba mucho más cerca del canguro o del koala.

Cuando la gente habla de animales prehistóricos, usualmente se usa el apelativo “Tigre dientes de sable” para referirse a un felino muy feroz que existió entre el Plioceno y el Pleistoceno, conocido como Smilodon. Sin embargo, durante esos mismos años existió otra criatura que se le parecía bastante, tanto en su corpulencia física como en sus alargados y filosos dientes caninos: este mamífero era el Thylacosmilus. Pese a su evidente similitud, en realidad ambos eran seres muy diferentes, ya que el Smilodon era un felino, mientras que el Thylacosmilus era un súper-predador de la familia de los marsupiales, es decir no era placentario sino que criaba a sus retoños dentro de una bolsa marsupial, tal como ahora lo hacen los koalas y los canguros.

El feroz Thylacosmilus

En aquellos tiempos en que los que Sudamérica era un continente-isla, es muy probable que el Thylacosmilus haya sido el cazador más eximio de ese entonces, ocupando la punta de la cadena trófica, que lo tenía como el amo y señor de un entorno plagado de enormes herbívoros, los cuales eran tan grandes como torpes.

Según ha logrado indagar la ciencia, el ocaso del Thylacosmilus llegó cuando América pasó a ser un continente unificado, ya durante el Plioceno (en la Era Cenozoica). Fue en ese entonces cuando la fauna del norte y del sur se mezclaron, y en muchos casos comenzaron a disputarse por un mismo nicho ecológico. Así fue como al Thylacosmilus le tocó competir contra el otro “Dientes de Sable”: el Smilodon. Si bien ambas especies eran feroces y provistas de una dentadura temible, la agilidad felina del Smilodon, junto con su mayor velocidad, y la capacidad de desgarrar a sus víctimas de un solo zarpazo, terminaron por inclinar la balanza en favor del “Tigre” prehistórico, en detrimento del marsupial más voraz de todos los tiempos. De ese modo fue como la unión del continente americano pasó a ser el “comienzo del fin” para este singular animal, que se vio imposibilitado de cazar con la misma efectividad que su vecino proveniente de las tierras del norte.

martes, 21 de enero de 2020

Metailurus: El feroz felino salvaje del Mioceno y Pleistoceno

Este animal es conocido por los expertos como "El falso dientes de sable", ya que si bien sus colmillos eran bastante grandes e intimidantes, igual eran mucho más pequeños que el de otros cazadores mucho más peligrosos. 
Metailurus: Un intrépido cazador.

Pocos animales prehistóricos fueron tan globales como el intrépido Metailurus, un felino de considerables proporciones que habitó en lo que actualmente son cuatro continentes distintos: Norteamérica, Europa, Asia y África. Este mamífero apareció en el mundo hace unos 9 millones de años, extinguiéndose recién hace 11 mil años. Es decir, su existencia cruzó buena parte del Mioceno y casi todo el Pleistoceno.

El Metailurus fue un género extinto de felinos salvajes, al cual se le denomina "El falso dientes de sable", debido a que tenía un par de prominentes colmillos tan filudos como cuchillos, pero que sin embargo eran de mucho menor tamaño que los que poseía el verdadero tigre dientes de sable: una bestial criatura conocida como Smilodon.

martes, 14 de enero de 2020

Thylacosmilus: El extraño “marsupial dientes de sable”

Pese a que este animal era muy parecido al famoso “Tigre dientes de sable” (Smilodon), en realidad evolutivamente estaba mucho más cerca del canguro o del koala.

Cuando la gente habla de animales prehistóricos, usualmente se usa el apelativo “Tigre dientes de sable” para referirse a un felino muy feroz que existió entre el Plioceno y el Pleistoceno, conocido como Smilodon. Sin embargo, durante esos mismos años existió otra criatura que se le parecía bastante, tanto en su corpulencia física como en sus alargados y filosos dientes caninos: este mamífero era el Thylacosmilus. Pese a su evidente similitud, en realidad ambos eran seres muy diferentes, ya que el Smilodon era un felino, mientras que el Thylacosmilus era un súper-predador de la familia de los marsupiales, es decir no era placentario sino que criaba a sus retoños dentro de una bolsa marsupial, tal como ahora lo hacen los koalas y los canguros.

El feroz Thylacosmilus

En aquellos tiempos en que los que Sudamérica era un continente-isla, es muy probable que el Thylacosmilus haya sido el cazador más eximio de ese entonces, ocupando la punta de la cadena trófica, que lo tenía como el amo y señor de un entorno plagado de enormes herbívoros, los cuales eran tan grandes como torpes.

Según ha logrado indagar la ciencia, el ocaso del Thylacosmilus llegó cuando América pasó a ser un continente unificado, ya durante el Plioceno (en la Era Cenozoica). Fue en ese entonces cuando la fauna del norte y del sur se mezclaron, y en muchos casos comenzaron a disputarse por un mismo nicho ecológico. Así fue como al Thylacosmilus le tocó competir contra el otro “Dientes de Sable”: el Smilodon. Si bien ambas especies eran feroces y provistas de una dentadura temible, la agilidad felina del Smilodon, junto con su mayor velocidad, y la capacidad de desgarrar a sus víctimas de un solo zarpazo, terminaron por inclinar la balanza en favor del “Tigre” prehistórico, en detrimento del marsupial más voraz de todos los tiempos. De ese modo fue como la unión del continente americano pasó a ser el “comienzo del fin” para este singular animal, que se vio imposibilitado de cazar con la misma efectividad que su vecino proveniente de las tierras del norte.