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miércoles, 30 de septiembre de 2020

Megantereon: El robusto y musculoso leopardo dientes de sable

 Este felino primitivo habitó en lo que actualmente son Eurasia, África y Norteamérica, durante el Mioceno, Plioceno y Pleistoceno.


Hablar del Megantereon es referirse al que probablemente fue el felino dientes de sable más fácil de encontrar durante los tiempos prehistóricos. Esta extinta criatura fue un género extinto de la subfamilia Machairodontinae, la cual habitaba lugares geográficamente tan distantes como Eurasia, Norteamérica y África, y además vivió durante un período temporal bastante extenso: desde el Mioceno Superior hasta el Pleistoceno Medio (siempre dentro del Cenozoico).

El Megantereon fue un mamífero muy parecido al leopardo actual, pero bastante más musculoso y robusto. Sus colmillos superiores eran enormes y encorvados, los cuales los usaba como verdaderas dagas para penetrar el cuero de sus víctimas. Atacaba en grupos, y sus presas predilectas eran los animales grandes, pero lentos y pesados, como los mastodontes. 

Respecto al número de especies pertenecientes a este género, eso es un enigma hasta el día de hoy, ya que hasta ahora se sabe de tres que sí o sí está comprobado que están circunscritas a dicha clasificación taxonómicas: Megantereon cultridens, Megantereon falconeri Megantereon whitei. A ellas se le añaden otras nueve como "posibles". 

Galería de imágenes: Megantereon

 











lunes, 27 de enero de 2020

Amphimachairodus: El jaguar más temible de la prehistoria

Durante el período Mioceno existió en Eurasia y África un predador bastante temido por los herbívoros de aquel entonces, el cual era bastante ágil y efectivo a la hora de sorprender a sus presas.
Un felino voraz.

Hace unos diez millones de años apareció una criatura que duró relativamente poco tiempo, pero marcó un período dentro de lo que fue la pirámide trófica en Eurasia y el norte de África: el Amphimachairodus, el cual era un género de felinos salvajes muy parecidos al jaguar actual pero dotados de un par de colmillos gigantescos.

 El Amphimachairodus fue un carnívoro de la familia de los macairodontinos, el cual un grupo que agrupaba a todos los felinos dientes de sable, por lo cual estaba emparentado con otras bestias como el Smilodon y el Homotherium. 

De este animal se puede decir que vivió durante el Mioceno, y se caracterizó por ser un cazador bastante efectivo. Sin bien no era capaz de cazar en carreras largas, se sabe que tenía un pirque considerable en distancias largas y era un buen saltador. Su contextura era robusta y musculosa, llegando a pesar hasta 500 kilos pese a medir solamente dos metros de largo.

Galería de imágenes: Amphimachairodus



domingo, 26 de enero de 2020

Anancus: Un elefante pequeño con colmillos gigantes

Durante el Pleistoceno existió un antepasado cercano del elefante actual que tuvo una insólita particularidad: unos colmillos desproporcionadamente grandes en relación al resto de su cuerpo

En plena época del hombre de las cavernas existió en diversos lugares un animal extraordinario, que de haber logrado sobrevivir hasta nuestros días habría sido uno de los más interesantes para conocer: el Anancus. Este proboscideo prehistórico estaba emparentado con el mastodonte, pero también guardaba mucha similitud con el elefante actual.

Anancus y sus enormes colmillos

Habitante de las llanuras y estepas de Eurasia durante el Pleistoceno, el Anancus arvernensis fue un herbívoro de carácter apacible, el cual pasaba largas jornadas pastando tranquilamente junto a otros cuadrúpedos. Con una altura de poco más de tres metros, su apariencia era bastante parecida a la del elefante, pero con unas patas un poco más chatas y cortas. Sin embargo, su mayor sello distintivo eran sus colmillos colosales, que medían hasta cuatro metros de largo.

Si bien no se sabe con exactitud cuál era la utilidad de estos brutales colmillos, lo más probable es que hayan sido un efectivo mecanismo de defensa en caso de ser atacado. Ni siquiera para el carnívoro más feroz sería fácil embestir al anancus, ya que un certero golpe con esos colmillos habría sido suficiente para atravesarle el tórax a cualquier felino o romperle el cráneo hasta al más bravo de los sabuesos primitivos.

De todas formas, y lamentablemente para este maravilloso y majestuoso animal, ni siquiera sus colmillos de cuatro metros de largo fueron suficientes para detener al predador más salvaje y voraz que ha conocido nuestro planeta: el ser humano. En un mundo cruel, dónde ambas especies nunca pudieron coexistir, la triste extinción del anancus terminó siendo inevitable.

domingo, 19 de enero de 2020

Uro salvaje: El poderoso toro extinto hace cuatro siglos

Este animal poblaba buena parte de los campos de la Europa prehistórica, y llegó a existir hasta principios del siglo XVII. El último ejemplar fue abatido en 1627.
El corpulento uro salvaje.

El uro salvaje o uro euroasiático (Bos primigenius primigenius) es considerado como el antepasado de todas las vacas y toros que actualmente habitan nuestro planeta. Se trataba de un animal imponente, con una tremenda masa muscular, que tenía enormes cuernos y que podía superar los 2 metros de altura en cruz.

Los primeros uros salvajes aparecieron hace unos 2 millones de años. En su momento habitaron buena parte de Europa y el Asia Menor, siendo animales tan comunes que varios de estos toros primitivos aparecen dibujados en cavernas prehistóricas, siendo las representaciones más emblemáticas las de las cuevas de Lascaux (Francia) y Altamira (España).

Se estima que fue aproximadamente en el año 6.400 A.C. cuando los uros euroasiáticos comenzaron a ser domesticados por los habitantes del Asia Menor. Así, y por medio de diversas cruzas, se logró dar origen al toro actual.

El uro euroasiático finalmente se extinguió en el año 1627, cuando el último ejemplar fue abatido a tiros en Polonia. Esta fue una fecha significativa y lamentable, que significó que otra especie más desapareció para siempre por culpa del ser humano. Sin embargo, no todo está perdido, ya que en la actualidad en Europa se trabaja en el llamado "Proyecto Taurus", que pretende "resucitar" al uro salvaje gracias a los avances de la ciencia y la genética.

Uro Salvaje: El imponente toro extinto hace ya cuatro siglos

Este animal poblaba buena parte de los campos de la Europa prehistórica, y llegó a existir hasta principios del siglo XVII. El último ejemplar fue abatido en 1627.

El corpulento uro salvaje.

El uro salvaje o uro euroasiático (Bos primigenius primigenius) es considerado como el antepasado de todas las vacas y toros que actualmente habitan nuestro planeta. Se trataba de un animal imponente, con una tremenda masa muscular, que tenía enormes cuernos y que podía superar los 2 metros de altura en cruz.

Los primeros uros salvajes aparecieron hace unos 2 millones de años. En su momento habitaron buena parte de Europa y el Asia Menor, siendo animales tan comunes que varios de estos toros primitivos aparecen dibujados en cavernas prehistóricas, siendo las representaciones más emblemáticas las de las cuevas de Lascaux (Francia) y Altamira (España).

Se estima que fue aproximadamente en el año 6.400 A.C. cuando los uros euroasiáticos comenzaron a ser domesticados por los habitantes del Asia Menor. Así, y por medio de diversas cruzas, se logró dar origen al toro actual.

El uro euroasiático finalmente se extinguió en el año 1627, cuando el último ejemplar fue abatido a tiros en Polonia. Esta fue una fecha significativa y lamentable, que significó que otra especie más desapareció para siempre por culpa del ser humano.

miércoles, 15 de enero de 2020

Machairodus: El temido y prehistórico "tigre dientes de sable"

Este mamífero primitivo del Mioceno y Pleistoceno es considerado uno de los felinos más grandes y feroces que ha existido en nuestro planeta. 
¿El felino más poderoso de todos?

El nombre "tigre dientes de sable" es usado para referirse indistintamente a diversas especies prehistóricas que contaban entre sus características el haber tenido un par de enormes colmillos, que le sobresalían de su hocico. Tanto el Smilodon (que habitó todo el continente americano) como el Machairodus (que vivió en Europa, Asia, África y Norteamérica) pueden ser considerados como "tigres dientes de sable".

Machairodus fue un género de felinos gigantes que existió durante el Mioceno y Pleistoceno, los cuales aparecieron hace unos 12 millones de años y se extinguieron recién hace 200 mil años. Un individuo adulto medía al menos 1,2 metros de altura hasta sus hombros. Su peso está estimado en unos 470 kilos, es decir bastante más que los 310 kg. del tigre y los 190 kg. del león actuales.

Hasta el momento se han distinguido cinco especies distintas, las cuales en su conjunto conformaban un género aparte, llamado Machairodus. Las patas de este enorme animal no eran extremadamente largas como sí musculosas. Se cree que era un cazador rápido, pero que no era capaz de correr largas distancias. Es probable que haya sido un depredador de emboscada, que se abalanzaba sobre sus víctimas, matándolas al instante con una certera pero potente mordida.

Machairodus: El temido y prehistórico "tigre dientes de sable"

Este mamífero primitivo del Mioceno y Pleistoceno es considerado uno de los felinos más grandes y feroces que ha existido en nuestro planeta. 
¿El felino más poderoso de todos?

El nombre "tigre dientes de sable" es usado para referirse indistintamente a diversas especies prehistóricas que contaban entre sus características el haber tenido un par de enormes colmillos, que le sobresalían de su hocico. Tanto el Smilodon (que habitó todo el continente americano) como el Machairodus (que vivió en Europa, Asia, África y Norteamérica) pueden ser considerados como "tigres dientes de sable".

Machairodus fue un género de felinos gigantes que existió durante el Mioceno y Pleistoceno, los cuales aparecieron hace unos 12 millones de años y se extinguieron recién hace 200 mil años. Un individuo adulto medía al menos 1,2 metros de altura hasta sus hombros. Su peso está estimado en unos 470 kilos, es decir bastante más que los 310 kg. del tigre y los 190 kg. del león actuales.

Hasta el momento se han distinguido cinco especies distintas, las cuales en su conjunto conformaban un género aparte, llamado Machairodus. Las patas de este enorme animal no eran extremadamente largas como sí musculosas. Se cree que era un cazador rápido, pero que no era capaz de correr largas distancias. Es probable que haya sido un depredador de emboscada, que se abalanzaba sobre sus víctimas, matándolas al instante con una certera pero potente mordida.

martes, 14 de enero de 2020

Elasmotherium: El portentoso rinoceronte primitivo que dio origen al mito del unicornio

Este impresionante mamífero prehistórico tenía uno de los cuernos más grandes que haya poseído algún animal: su imponente cacho queratínico medía entre 2 y 3 metros de largo.
El impresionante Elasmotherium.

El mito del unicornio es uno de los relatos populares más difundidos de la Antigüedad. Esta criatura fantástica aparece en leyendas tanto medievales como de la Grecia clásica y de la Roma Imperial. Sin embargo, vale la pena destacar ¿de adónde nació esta ficción? No pocos lo asocian a la existencia del corpulento Elasmotherium, impresionante rinoceronte primitivo que habitó las estepas de Rusia y Asia central durante el Pleistoceno. La gran particularidad por la que se le asocia al unicornio era un enorme cacho en la parte central de su rostro, el cual podía llegar a medir entre 2 o 3 metros, y estaba formado de queratina calcificada.

Fue un género de mamífero arcaico, el cual estaba compuesto por una sola especie tipo llamada Elasmotherium sibiricum ("Bestia de la llanura siberiana"). Como su nombre lo dice, este animal vivió en lo que actualmente es la región más gélida de Rusia, pero también en el norte de Eurasia y Asia Central.

Debido a sus enormes proporciones, esta criatura era un animal bastante grande: medía más de dos metros de alto, y entre 6 y 7 metros de largo. Su peso superaba con creces las cinco toneladas. Este peludo y voluminoso mamífero habitó Siberia hasta finales del Pleistoceno, desapareciendo hace recién unos diez mil años. Sin embargo, y por alguna extraña razón, su cuerno fantástico inspiró el relato del unicornio miles de años más tarde.

Galería de imágenes: Elasmotherium